Giusseppe Tornatore, para quien el cine es un
Paradiso, nos cuenta la historia de Italia de los 30 a los 80, a
través del Partido comunista en su
Sicilia natal, en lo que
podría ser un corta y pega de una serie televisiva. Tono
lacrimógeno para una comedia realista, con
elipses que hacen por ejemplo que unos
personajes envejezcan y otros no como
Francesco Scianna,
Margareth Made,
Lina Sastri o
Angela Molina.
Sin melancolía, evoca una saga familiar durante tres generaciones a golpes de manivela. Como dice el mismo, Baaria es solo una costilla de su dilatado cine. Ni la música de Morricone le otorga lirismo o épica a este novecento sin fuerza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario