Viaje
onírico con
filosofía pedante, mas cara que espalda y habiendo bebido en muchas fuentes
futuristas es lo que nos ofrece este desalmado
Gerald McMorrow (mucho morro). Un hartazgo de personajes,
Eva Green,
Ryan Phillippe o
Sam Riley surcan una intriga loca, con mil
inexactitudes. Como en el chiste de
Batman que hay para cenar, en una ciudad
gotica, de noche, un misterioso enmascarado manifiesta,
detrás de una embellecida ventana, que va a cometer un asesinato. No se si empezaban
así las novelas
graficas de
Neil Gaiman y
Alan Moore, ni lo
sabré nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario