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miércoles, 18 de noviembre de 2015

Un otoño sin Berlin

Opera prima de esta cineasta vasca, Lara Izaguirre, en la que nada se entiende bien del todo, como el título, donde la intensidad y el flojo guion, se alternan a secuencias con la monotonía y las grandes propuestas. Otro film sobre el dolor interior. Otro film en el que alguien vuelve del Canadá. Paree ser que la ida fue por la muerte de la madre y las consecuencias de rotura familiares que produjo.  El padre no habla, el ex la acoge pero no se relaciona con ella y todo es extraño y sin Berlin por decir algo. Hay que irse para que todo cambie,? Debe también Berlin desaparecer para dejar paso a los demonios interiores. Viven esta translación en el estado personal y el tiempo Irene Escolar, Tamar Novas, Ramon Barea y Lier Quesada, que se instalan, también provisionalmente como la protagonista en el piso, en el guión sin llegar a especificar nada, o sea Sin. A no ser que todo sea extraño en Berlin, como el vino blanco del Rhin que cantaba Emilio Aragon.

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