En estos días de vacaciones donde cualquiera recorre una porción del Camino de Santiago en algún medio de locomoción, parece normal que el cine se apropie de la belleza del paisaje y lo utilice para desarrollar un tranquilo guión. Servido en este caso por Jean Pierre Darroussin, Muriel Robin y Artus de Perguern, protagonistas que se verán obligados a recuperar la armonía entre ellos a través de la peregrinación para lograr cobrar una herencia. Película de viajes, turística para mas señas , con servidumbres localistas, fantasias y sueños que parecen mas producidos por el LSD que por la revisitacion de los santos lugares y detalles psicológicos y despiadados sobre la relación de pareja y las complicadas amistades cofamiliares.
Es el cine de Coline Serrault, hace 20 años exitosa directora de films llevaderos como 18 años después, El planeta libre, La crisis, Mama hay una hombre blanco en mi cama y Tres solteros y un biberón, siempre como ahora, buenas comedias con el toque de distinción francés. Para aquellos que no le vean ningún merito al cine de Coline y que no recuerden donde empieza en Francia el camino del apóstol castellano, ahora tiene una inmejorable ocasión,
martes, 12 de agosto de 2008
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1 comentario:
Lo que le pasa a la Serrault es que ahora hace menos gracia que entonces, amigo Joan ;)
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