El estupendo
Eduard FArelo, separado y en fase de cambio de domicilio y de mundo, es el
único que entiende algo del
film de
Eduard Cortes y que sera testigo directo del paso de
Elena Serrano por las
vías de
internet.
Vias donde la mentira y la verdad nunca se encuentran y donde la
búsqueda en los blogs es mas incierta que su contenido. La joven traumatizada en su infancia, con 20 años y una
personalidad irresistible, en un memorable
debut, se refugia de las penalidades familiares en un mundo
onírico, en el que la
reiteración, en vez de inquietante es pesada.
Con Victoria PAges e Iris Salmerón, el director olvida su incursión celebrada en El payaso y el Furher, y se adentra en la simulacion humana, confundiendo la red salvadora del circo del cine con la compleja red de las redes sociales. No era fácil basar la intriga del film en un fresco barcelonés en unas performances sadomasoquistas.
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