Escrita parece que con prisa, nada tiene mesura y nada permanece en su sitio mas de dos secuencias. Cada personaje lo es todo a la vez sin transición creíble. Todo es ligero e insustancial como por ejemplo la sangre contaminada. Solo hay un culpable. El que se cree superguionista de superheroes Justin Theroux, que maldición, ya nos había atropellado con Tropic thunder.
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