En el cine
intimista de
Urszula Antoniak el silencio es protagonista. Ocurren cosas pero no lo parece. Y lo obvio es mas interesante que lo narrado. La soledad toma forma de
imagenes sin concesiones al sentimentalismo. Opera prima de esta polaco holandesa en la que se nutre de su experiencia personal
errática y donde expone su tesis del estado natural de la soledad.
Stephen Rea completara esta soledad en una casa perdida en la campiña. Magnifica
Lotte Verbeek, como
Anne Marie Horan y
Tom Charifa en elaboradas composiciones de torturados personajes. Las huidas de uno mismo se llevan. Y no es nada personal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario