A mayor madurez
artística en el campo de la comedia de los hermanos
Bobby y
Peter Farrelly, menos neuronas en sus
calenturientos enredos. La
sofisticacion se la lleva su crueldad y el ritmo y los
diálogos el mal gusto de
gags como la
masturbación nocturna, el golf drogado, el concurso de penes o el estornudo
diarreico. Todo sucede cuando dos esposas,
Jenna Fisher y
Christina Applegate, hartas de calenturas, dan vacaciones
matrimoniales a
Owen WIlson y
Jason Sudeikis,
sexualmente una calamidad. Gamberra,
maleducada, sin cerebro, sal gorda,
escatologíca, el
film les aleja de la genial comedia americana.
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