sábado, 28 de mayo de 2011
El castor
Cuarto film de Jodie Foster tortuosamente dirigido y mejor interpretado, hacia un final que lo aleja de los clásicos de ventrílocuos que solo ella podía permitirse. Tono de comedia divertido como la presencia del peluche en las relaciones sexuales del matrimonio, reservandose el análisis de la doble personalidad del ejecutivo deprimido Mel Gibson, excesivo como siempre pero contenido en ocasiones por Cherry Jones o Antón Yelchin. Hablando por su alter ego, Gibson, supera miedos y comparte terapia mediatice con su muñeco. El peligro, perder su condición humana y su conciencia definitivamente. Surrealista propuesta de como desafiar la depresión y la dolorosa soledad con una castor marioneta en la mano derecha.
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