70 binladens

Cine vasco puro y duro. Diciendo todo que hay que decir, diciendolo. Y estas son las unicas referencias de estilo que se puede dar del film. Toda la cinta esta cuarterada. Dedica unos minutos a los monologos, otros tantos a los planos secuencia, y notablemente un espacio para la broma casi teatral. Koldo Serra quiere conseguir un thriller con su sello como ya hizo en Bosque de sombras. Todo ello en una plaza ,que podia ser de Eloy de la Iglesiaq ue reune todas las formas de vida de un barrio en que esta situada la sucursal bancaria utilizada. Un binladen son 500 euros. Sabiendo esto y la necesidad imperiosa del credito, se desarrolla toda la gestion del robo, con retencion  de rehenes en que se convierte el film. Una mujer está en una desesperada situación que le obliga a reunir 35.000 euros en menos de 24 horas. Su única oportunidad para conseguir esos "70 Binladens" es lograr un préstamo bancario, pero cuando está a punto de cerrar la transacción, una pareja de atracadores irrumpe en el banco. El robo sale mal y se convierte en una crisis de rehenes. La tensión aumenta y, mientras secuestradores y policía negocian, Emma Suarez, sabe que el tiempo se le acaba y que debe salir con el dinero cueste lo que cueste. En una época en la que los thrillers protagonizados por grandes robos se entregan a las infinitas posibilidades de la tecnología para escenificar planes perfectos y casi imposibles, Koldo Serra (Gernika) mira hacia atrás, a esos clásicos de los 70 que sentaron las bases del cine de atracos, y les da un toque ibérico. En esta cinta que genera el suspense desde el costumbrismo, 70 Binladens (35.000 euros en lenguaje coloquial) están en el centro de una trama donde la intriga, la acción y los giros de guion se viven con la urgencia de su protagonista, inmersa en una desesperada cuenta atrás. Ambientada en la sucursal bancaria de un barrio bilbaíno, la película reniega de los arquetipos del género tanto en lo que respecta a la naturaleza de sus personajes, criminales, rehenes y policías, como a la hora de situar el foco en dos protagonistas femeninas, lo que aporta un punto de vista casi inédito en la gran pantalla. Emma Suárez (Julieta) y Nathalie Poza (No sé decir adiós), completan un elenco Hugo Silva (Despido procedente), Bárbara Goenaga (Operación Concha) y Daniel Pérez Prada, en el que los buenos son bilbainos.