Un actor difunto habita en un local donde hace la vida imposible a cuatro actores jóvenes que por una vez se llaman en el film por sus nombres profesionales: Cassidy Gilford, Pfeiffer Brown, Reese Mishler y Ryan Shoos, alguno de ellos impresentables per se.Una película primeriza de Chris Lofing y Travis Cluff, (secundario también en el film) en la que el máximo terror, slasher promocionado en internet, es peinar a una hija, y que demuestra que la eternidad puede ser de 80 minutos. Reunidos en el instituto para una ultima función de homenaje al sanguinario Charlie, el grupo queda encerrado en el teatrillo. El escenario siempre es el mismo. Un teatro donde el actor murió ahorcado por accidente en plena interpretacion hace mas de 20 años y que ahora se convierte en cámara para relatarnos la visión de esta mascarada en la que su guión es como el fantasma, aparece tarde y mal. Como aquella bolsa de deporte que arrastras todo el día y en la que llevas todo lo necesario para sobrevivir. Desde la fiambrera hasta el paquete de basura para tirar.
martes, 4 de agosto de 2015
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