viernes, 7 de diciembre de 2018

Genezis (2018) 120 min.

Tambien un niño de etnia gitana es el protagonista del film de Arpad Bogdan, la familia del cual es liquidada a tiros. Lo peor es son unos hechos reales, nada alejados en el tiempo, crueles y sanguinarios. El realizador es de los que creen en la familia es el cielo y que en la actualidad se esta destruyendo. Racismo en Hungria, aderezado  con enfoques desde distintos ambitos sociales y politicos. Un grupo neonazi ataca a un pequeño pueblo con bombas, escopetas, cocteles y perros, unos hechos reales que sucedieron en 2009 en un poblado romani. Dividido en partes, tres, cuenta tres historias reales, sin que su coherencia se resienta ni en el contenido ni en el estilo. La infancia de un niño gitano romaní termina repentinamente cuando presencia el ataque que acaba con la vida de su madre. Por su parte, una misteriosa adolescente descubre las oscuras acciones de su novio y le denuncia a la policía. El caso llega a una abogada que, presionada por sus superiores, deberá defender al chico, acusado de una serie de asesinatos racistas, entre ellos el de la madre del pequeño. Las tres personas terminarán formando parte de este suceso, que las cambiará para siempre. Tras una cálida acogida en festivales de toda Europa, el segundo largometraje de Árpád Bogdán (Boldog új élet), es un drama en el que se basa tanto en sus propias experiencias como gitano romaní, como en un caso real que conmocionó a la opinión pública, para retratar la precariedad social de un país, Hungría, donde las muestras de racismo y las persecuciones étnicas están a la orden del día. Bogdán estructura la narración como si fuera un tríptico de historias paralelas donde tres diferentes estratos sociales se encuentran alrededor de un asesinato xenófobo con el tema de la familia como nexo común. Un niño que acaba de perder a su madre, una madre que no acaba de superar la muerte de su hija y una adolescente que busca su lugar en el mundo son los protagonistas de esta cinta sobre el pecado, la catarsis y la redención. El realizador aborda con un tono poético el trasfondo político del film, a la vez que habla sobre la solidaridad y el amor como antídotos contra el odio. Lo interpretan los debutantes Milán Csordás y Eniko Anna Illesi, junto a Anna Marie Cseh.

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