lunes, 21 de marzo de 2011

La mitad de Oscar

Manuel Martin Cuenca nos cuenta el tiempo que nos concede la vida para conocernos. Con silencios e imagenes, va acompañando al espectador en el paseo por los sentimientos autenticos y complejos, transmitidos por Rodrigo Saenz de Heredia. Un guarda jurado de una salina costera de Almeria, ha cortado con el mundo exterior relacionandose solo con un jubilado que le trae la comida. Es en la soledad de su domicilio donde reaparece una hermana olvidada, Veronica Echegui, con la que volveran a supurar viejos recuerdos cerrados. Otra interesante flaqueza del bolchevique que prescinde incluso de la musica en una soledad asfixiante con Antonio de la Torre y Eva Almaya.

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