En primer lugar hay que discernir de la clase de piano queda daba magnificamente Isabelle Huppert. Aqui en 2019 Jan Ole Gester ofrece momentos musicales de gran profundiad y emocion que combina con algun misterio de guion (Blaz Kutin). La clase de musica tiene la frialdad necesaria para serlo. elemento que compensa con un secuencia imparable de encuentros fortuitos que refuerzan al protagonista.La musisa para Lara (Corinna Harfouch) es un alimento vital, la unica muestra de humanidad y de cariño que encuentra en la vida. Construida tambien alrededor de Tom Schilling, mantienen un equilibrio, que solo la madre puede estropear. Como en un quirofano, Jan nos muestra que es la frustacion y como es la peor enemigo de nuestra alma. Matices que reverberan el film de la Huppert. Pero es lo que quiere el cine europeo y lo dice con la mejor pelicula del cine aleman, Karloly Vary,o Valladolid. La madre es la musica y el hijo le piano. La relacion de los dos, un Beethoven mal interpretado. Al cumplir la madre 60 años, es el mismo dia en que su alumno de sangre ofrece el primer concierto profesional. Despues de un silencio familiar impenetrable, Lara, sabiendo que no sera bienvenida al concierto, compra todas las entradas que puede
y las reparte entre todo conocido para llenar la sala y que sea un exito, un lleno. A veces las cosas no son como queremos. Asi lo entienden tambien, Volkmar Kleinert, Andre Jung, Gudrum Rittler y Rainer Bock.
y las reparte entre todo conocido para llenar la sala y que sea un exito, un lleno. A veces las cosas no son como queremos. Asi lo entienden tambien, Volkmar Kleinert, Andre Jung, Gudrum Rittler y Rainer Bock.
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