Mi segunda vez/The rebound

Si Bart Freundlich es tan grosero en su vida real como en este guión, tendrá terceras y cuartas y mas veces. Cursi y ramplón hasta convencernos de que para enamorar hay que adoptar un niño del tercer mundo. Podría ser una broma, pero de mal gusto. A esto hay que añadir las pésimas interpretaciones de Catherine Zeta-Jones, Justin Bartha, Megan Byrne y Art Garfunkel que se miran como si hubieran rodado sin oponente en el plano. Plantear que la diferencia de edad es un problema hoy en día, en el sentido que sea, es una banalidad. Pues es la problematica que utiliza el autor para amargarnos esta presunta comedia de final sospechoso si mas no.