Si los buenos y vegetarianos osos panda, pudieran ver este film de Jennifer Yuh Nelson, se volverían agresivos y carnívoros para comérsela. Acción y espectacularidad visual d paisajes chinos, alternan con escenas como la de Po en silla de ruedas o un malo pavo real, que encuentra a nuestro marcial oso en su búsqueda de sus orígenes paternos y aprendizaje de las artes marciales.Este cruce de shrek blanco y tortuga ninja, es redundante y sin sorpresas y mil secuelas que hicieran seguirían sin encontrar nuevos estímulos perdidos el diseño de personajes, el ritmo narrativo y lo que es peor, el humor de su inocencia.
domingo, 19 de junio de 2011
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