viernes, 27 de octubre de 2017

la piel fria

Poderosas imagenes que nos recuerdan la fuerza de cine, como suben al faro las figuras que surgen entre los acantilados,  para poner en solfa una guerra tambien fria entre amfibios y terricolas.  Terror demasiado facilon por nocturno, el miedo lo produce la gran cantidad de zombies acuaticos, mas que su monstruosidad y ansiedad de sangre. Xavier Gens ha perdido en el camino del guion la sutil relacion fisica  y emotiva de la novela de Sanchez Piñol y ello la hace mas superficial, mas directa.  Hay que citar en la cronica  la desaparicion antes del estreno de Gil Parrondo, dos veces oscarizado y autor de la produccion de este film. Una isla perdida en el oceano en el que coinciden un escritor catalan, un director frances y una producion española, coctel de mareo y que no recuerdo precedentes. Como en la novela, la adaptacion navega entre dos aguas: una la via abierta en el genero fantastico y la busqueda critica del sistema politico y sus ideologias extremas rerpresentadas. En los límites del Círculo Polar Antártico, a principios del siglo XX, un joven se aproxima hasta una inhóspita isla, alejada de toda ruta de navegación, para relevar a un hombre en un remoto puesto de observación. Cuando encuentre a su predecesor, verá que ha sido testigo de horrores imaginables. Juntos, se refugiarán en el faro y, noche tras noche, tendrán que defenderse de los continuos ataques de unas misteriosas criaturas marinas mientras se replantean cómo enfrentarse a lo desconocido. El francés Xavier Gens (Hitman) vuelve al terror que practicó en sus primeros trabajos y aborda la dinámica que surge entre dos desconocidos que se ven obligados a compartir un espacio reducido en un clima de tensión y peligro constante provocado por los ataques de unas aterradoras criaturas. Con este punto de partida, la película ahonda en la forma en que las personas se enfrentan a aquello que no comprenden, además de guardar bajo los giros de guion, los golpes de efecto y las verdades reveladas poco a poco una llamada al entendimiento y el diálogo. Como habitantes de esta claustrofóbica isla en la que es casi imposible esconderse se encuentran David Oakes (Victoria) y Ray Stevenson (Thor: El mundo oscuro), a los que secundan Ben Temple (Nadie quiere la noche) y la española Aura Garrido.

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