domingo, 2 de mayo de 2010

Ingrid

El estupendo Eduard FArelo, separado y en fase de cambio de domicilio y de mundo, es el único que entiende algo del film de Eduard Cortes y que sera testigo directo del paso de Elena Serrano por las vías de internet. Vias donde la mentira y la verdad nunca se encuentran y donde la búsqueda en los blogs es mas incierta que su contenido. La joven traumatizada en su infancia, con 20 años y una personalidad irresistible, en un memorable debut, se refugia de las penalidades familiares en un mundo onírico, en el que la reiteración, en vez de inquietante es pesada.
Con Victoria PAges e Iris Salmerón, el director olvida su incursión celebrada en El payaso y el Furher, y se adentra en la simulacion humana, confundiendo la red salvadora del circo del cine con la compleja red de las redes sociales. No era fácil basar la intriga del film en un fresco barcelonés en unas performances sadomasoquistas.

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