Jason Statham es sinónimo de acción. Sabe como nadie interpretar dar una paliza, matar, pasar por encima o arrancar una cabeza. Boaz Yakin lo es de violencia nihhilista y cinismo de hace 40 años bordeando peligrosamente el ridículo. No se salva, titulo del film, el film, de ser facistoide, cerrada de ideas y construida con estereotipos. Nuestra maquina de matar preferida, protege a una niña, Catherine Chan, a la cual quieren liquidar decenas de asesinos de otras etnias como Robert John Burke o James Hong.
miércoles, 9 de mayo de 2012
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