Curiosa la necesidad de descubrir piezas asiaticas que nos llenen la cinefilia denostada. Ya todo el mundo se llena la boca de la "Naturaleza muerta" de Jia Zhang-ke. Lo hizimos en su momento con Zhang Yimou y en sus tiempos era de justicia recuperar a Kurosawa. Pero hemos pasado, con deseos de ser los descubridores, al todo vale con la esperanza de paliar la decrepita producción de ideas y guiones, americanos y europeos.
La caja de resonania sobrevalorada, empieza en los festivales, donde los cronistas del celibato de libran a admirar los samurais, como en su epoca los colts 45, con la diferencia que entonces las casas no se llenaban de catanas. Según el press book, "Hana" de Hirokazu Kore.eda deja la infancia(Nadie Sabe), la muerte (Mabarosi) y nos da su particular visión de un decadente samurai que aspira a una venganza como no. Costumbrismo japones venido a menos, ya ni las centrales nucleares niponas son lo que eran, y seguramente adecuada para los visitantes de la Sagrada Familia que busquen una comedia al abrigo del aire acondicionado demoledor.
jueves, 19 de julio de 2007
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