Una mirada sensible, aunque distorsionada de la realidad, la que aplica Romain Goupil a los jovenes protagonistas, algunos de mas de 400 golpes, y que interpretan Valeria Bruni-Tedeschini, Linda Doudaeva y Jules Ritmanie, con la camara a su altura. El director recupera su fuerza del 82, a veces artificial, con Morir a los 30 años, cuando narra el encierro en una cabaña secreta de unos niños en protesta por la repatriacion de una compañera ante la desesperacion de familiares y autoridades derivando por momentos en panfleto humanista ingenuo cuando crea alarma social indignada, pero despreocupandose de las condiciones de vida de los inmigrantes y la poliica francesa. La historia nos la cuenta la niña chechena, ya anciana en el 2067..
miércoles, 10 de agosto de 2011
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