Lloros basados en la cursilería es lo que propone Josh Boone (Un invierno en la playa). Buscando con interés en el fondo de la caja de pañuelos encontramos dos interpretaciones, Una mejor que otra, mas creíble, Y es la de Shailene Woodleey frente a la mas floja Ansel Elgort. Un melodrama que podria servir para catalogar la catadura y falta de sensibilidad del espectador, tan manipulado que llega a llorar también de un mínimo humor en su justa medida en el guión. La base una historia de amor adolescente que debe terminar obligatoriamente por una cuestión cancerijena. Basada en la novela de John Green ni William Dafoe, Laura Dern y Nat Wolff logran insuflar al producto el mas mínimo optimismo ni la mas leve esperanza.
viernes, 4 de julio de 2014
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