Mucho ha cambiado el mundo desde que una familia pakistani podía integrarse perfectamente en un barrio obrero de Londres desde la segunda guerra mundial. El chico a la escuela, viajes para conocer un poco su país, etc. Ahora se les asocia al islamismo mas duro y militante, cunado no violento. Andy de Emmony hace una defensa de las relaciones intercomunidades impecable. El entendimiento es posible y en ningún momento mira hacia otro lado. Lo único que ha perdido el director es sentido del humor des desde su primer film. El choque de culturas, el protagonista se reencuentra en Pakistan con su primera mujer y sus hijas, sin odios ni rencores, pero complicado, no permite muchos gags. La confusión de los hijos (Aqib Khan) de el matrimonio global entre Linda Bassset y Om Puri y Robert Pugh empieza en 1972 y el autor nos la describió en 1999 con Oriente es Oriente. Aquí estudia con menos sutileza los profundos cambios que se producen en las nuevas generaciones de inmigrantes., en su identidad étnica y en las nuevas tecnologías. El film es también un homenaje a las esforzadas escuelas integradoras que intentan mantener el equilibrio entre las costumbres y las nuevas tendencias sociales. Aquí sin lágrimas.
miércoles, 2 de julio de 2014
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