En 1977, Theo van Boven fue nombrado director de la división de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Desde entonces, este hombre se enfrentó con algunos de los peores regímenes totalitarios del siglo XX. Al frente de este departamento consiguió abrir, por primera vez, las puertas de la ONU a millones de refugiados y supervivientes de torturas y represión de todo el mundo, lo que provocó la animadversión de, además de los dictadores, el gobierno de Reagan y sus superiores en la organización. Experimentado en todas las disciplinas cinematográficas, desde el corto al largometraje de ficción (pero sobre todo el documental), Miles Roston (Game) se acerca a la figura de Theo van Boven, un modesto jurista holandés cuya labor en favor de los derechos humanos en diferentes departamentos de las Naciones Unidas le convirtió en principal adversario de todas las dictaduras del planeta. A través de sus propias declaraciones, hace un recorrido por la agitada vida de este hombre que, sin tener especiales dotes para la burocracia, consiguió revolucionar la defensa de las libertades de millones de refugiados y personas que sufrieron la represión y las torturas. A su vez, van Boven destaca en el film aquellos referentes previos en los que se inspiró para esta cruzada contra regímenes totalitarios, como el de Videla en Argentina o el de Augusto Pinochet en Chile, que llegó a enfrentarle con la administración de Ronald Reagan e incluso con el Secretario General de la ONU. Además, la cinta también analiza los informes sobre torturas durante el franquismo que publicó van Boven, para lo que cuenta con la participación de Matías Alonso, coordinador del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica, y el ex juez Baltasar Garzón.
lunes, 25 de marzo de 2019
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