P
apicha, primer largometraje de Mounia Meddour, realizadora argelina exiliada en Francia, es a la vez la crónica de un periodo nefasto en la historia reciente de Argelia, marcado por la irrupción del fundamentalismo islámico en todas las esferas de la vida pública del país (educación, conducta y vestimenta femeninas), en clave autobiográfica, de la resistencia de una mujer a todas esas imposiciones religiosas. La trama se desarrolla en el puerto de Argel, 1997, y tiene como protagonista a Lyna Khoudri, una joven, estudiante de letras francesas, aficionada a la música, el baile y el diseño de moda, expresiones de libertad censuradas por el integrismo. La joven y unas compañeras universitarias deciden reivindicar públicamente esas libertades, incluido el derecho a hablar francés, exponiéndose a la condena pública y el estigma moral, y a un hostigamiento susceptible de llegar al asesinato. Es interesante observar la manera en que ella y sus amigas viven en una resistencia pasiva, una provocación lúdica, y en una toma de conciencia que les lleva a percibir el horror que se cierne sobre el país, y considerar tener que abandonarlo. Sin atender las llamadas de prudencia que les hacen su pareja y otros familiares cercanos, la joven defiende con tenacidad su derecho a vivir en Argelia en libertad, y vestir y maquillarse a su antojo en una sociedad que exige de la mujer una sumisión absoluta y el obligado porte de, el haïk, un velo de cuerpo Meddour (Russia 1978.) la dirige y con un guion desbarrado, el mundo islamico da un paso mas represor a traves la presencia el film en foros y festivales.
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