sábado, 6 de noviembre de 2010

Caza a la espia/ fair game

La agente de la CIA Valerie Plame ha descubierto que, pese a lo que dice el gobierno estadounidense, Irak no tiene ningún programa de armas nucleares. Al mismo tiempo, su marido, el diplomático Joe Wilson, es enviado a África para investigar los rumores sobre la venta de uranio enriquecido al régimen de Saddam. Cuando Joe desmiente esos rumores en un periódico, la identidad secreta de su esposa sale a la luz por una filtración interesada. Es el detonante de una pesadilla que afectará a ambos.Valerie Plame era la encargada del departamento de la CIA contra la proliferación de armas nucleares cuando, en 2002, vio revelada su identidad públicamente. Casualmente, todo el escándalo surgió a raíz de un artículo publicado por su marido en el New York Times, desmintiendo el rumor de que algunos países africanos estaban vendiendo uranio enriquecido a Irak. Desde ese momento, Valerie tuvo que luchar por salvar su reputación y su matrimonio, mientras recibía amenazas de muerte y veía quebrar sus negocios familiares. Una historia tan interesante no podía escapar a la industria de Hollywood, que se ha basado en las memorias de Valerie y en investigaciones propias para rodar "Caza a la espía", dirigida por Doug Liman (El caso Bourne, Sr. y Sra. Smith). Este drama con dosis de acción y suspense está protagonizado por una pareja de altura: Naomi Watts y Sean Penn. Ella tiene práctica en el género gracias a "The International: Dinero en la sombra"; él, regresa al cine de denuncia después de ganar el Oscar por "Mi nombre es Harvey Milk". Les acompañan, entre otros, Ty Burrell, de la serie "Modern Family", y Bruce McGill (Obsesionada). "Caza a la espía" fue presentada en Cannes 2010. Caza a la espía inmortaliza las impresentables mentiras orquestadas por la Casa Blanca para inventarse una guerra, la de Irak, camuflando los intereses sucios ocultos detrás de la toma de decisiones.Doug Limanse apunta a la moda de la denuncia de los abusos de poder de la camarilla de Bush y su depredadora política internacional, hurgando en la herida de las dichosas armas de destrucción masiva que nunca fueron.Todo lo que se cuenta en esta escalofriantemente película es constatable porque no inventa nada que no esté registrado en imágenes o en paginas de periódico. Liman acusa abierta y directamente a Bush de mentir, de manipular todas las normas cual marioneta de un poder en la sombra que dictaba la agenda exterior del presidente sin molestarse demasiado en maquillar sus excesos y sus maniobras de distracción. "Caza a la espía" tiene más valor por lo que cuenta que por el cómo se cuenta. Liman es un artesano correcto, el hombre que se dejó arrebatar de las manos la saga Bourne por insípido y convencional. Su nueva propuesta es un absorbente thriller político con trasfondo sentimental. Liman destripa el off the record de los días en los que se estaba fabricando un enemigo inexistente para justificar una guerra improcedente. El director de El caso Bourne combina con habilidad los dos planos de la tragedia; la gran escala de los despachos de la CIA, de los viajes clandestinos en busca de pistas de un arsenal nuclear inexistente, del conformismo estoico de la inteligencia americana, atónitos pero sumisos ante la impresentable red de mentiras tejida por el gobierno a su costa, con el drama doméstico de una mujer y un hombre honrados, solitario rebelde él contra los abusos de poder del presidente y sus halcones. "Caza a la espía" no es un thriller político al uso en tanto en cuanto el epicentro del relato es una crisis de pareja motivada por dos visiones antagónicas de las responsabilidades de estado: el silencio y la pasividad por un lado y la beligerancia y el inconformismo por otro. Liman navega con soltura entre ambos registros, entre la gran y la pequeña escala, dotando a su thriller de humanidad sin alardes pero sin salidas del tiesto. Su película se sostiene siempre en un nivel de intriga y suspense alto a costa de dejarse arrastrar por el oficio admirable de Naomi Watts y Sean Penn, rescatando la mejor versión de sí mismos.

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