En 1974, "Carrie" significó el comienzo de una de las carreras literarias más importantes de las últimas décadas: la del escritor de thriller y terror, Stephen King. Ahora, este remake, fotocopia mas bien, de Kimberly Peirce es un guiñol. Tampoco los actores, Julianne Moore, Chloe GraceMoretz o Judy Greer estan a buen nivel La inquietante historia de una joven inadaptada en su ámbito escolar y familiar, con poderes telequinéticos, que trata, sin éxito, de ser aceptada tal como es y que desemboca en un enfrentamiento dramático, violento durante el baile de fin de curso, pasó a ser uno de los libros más censurados en las escuelas de los Estados Unidos. En 1976, Brian de Palma (Los intocables de Elliot Ness) trasladaría la novela al cine con Sissy Spacek, Piper Laurie(nominadas al Oscar ese año por sus papeles de hija y madre, respectivamente) y John Travolta, en los papeles principales. Ahora, casi cuarenta años después, MGM ha producido un nuevo remake de la historia, "Carrie (2013)" con la directora Kimberley Peirce (Boys Don't Cry) a los mandos, con una realización plana a pesar del efecto final en el cementerio, que ha contado con la participación del guionista de la película original, Lawrence D. Cohen. Chloë Grace Moretz (La invención de Hugo) tiene la difícil misión de representar el papel que encumbró, en 1976, a una desconocida actriz, Sissy Spacek, dentro del panorama cinematográfico internacional. El rol de su obsesiva madre corresponde a la gran actriz Julianne Moore (Boogie Nights), nominada en cuatro ocasiones a los Oscar. Judy Greer (Amor y otras drogas) y Gabriella Wilde (Los tres mosqueteros 2011) completan el reparto.
sábado, 7 de diciembre de 2013
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