En 1986, cuatro científicos catalanes consiguieron llegar a la Antártida y plantaron su tienda de campaña en la isla Decepción para forzar al estado español a vincularse al tratado antártico y poner una base allí. El líder de la expedición, el doctor Antoni Ballester, acabó sufriendo un ictus que llevó a Josefina Castellví a dirigir la minúscula instalación en una época de recursos limitados para el programa antártico. Después de jubilarse, ahora hace 20 años, Josefina decidió volver a la Antártida, el paraíso perdido de los años más intensos de su vida. En el año del 25 aniversario de la creación de la base española, preparó su viaje de despedida del continente blanco. El director y guionista Albert Sole, nos relata la vuelta a su blanco mundo con 80 años. Y con ello el respeto y admiracion por nuestros mayores.
martes, 3 de diciembre de 2013
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