Mejor que nunca/Poms

Cruel adaptacion de las películas de la cuarta edad, en la que  se recomienda gozar con alegria de las cosas del a vida hasta el final. El flaco favor se lo han hecho a la evidentemente madura Diane Keaton, que sin gags importantes, ritmo ni secundarios de entidad hace dificil su papel de exito comercial. Aqui no se trata de vender potes de mermelada de alimentacion  infantil.Donde si gustara por razones que no escapan a nadie y es como si el flm fuera la pequeña linea de helado que se desliza por la comisura de los labios de la gente muy mayor en las residencias. Martha y su amiga Sheryl son dos mujeres que viven en una residencia de ancianos y se han propuesto demostrar que la edad nunca es impedimento para perseguir los sueños. Por ello, deciden formar un grupo de animadoras con sus compañeras de geriátrico. Lo que en principio es un divertido hobbie, termina por ponerse más serio cuando se atrevan a apuntarse a una competición. Para hacer un buen papel, contratarán los servicios de Chloe, una joven cheerleader que les ayudará con los entrenamientos. Curtida en el mundo del documental y la televisión, Zara Hayes (Cautivos) dirige en su primer largometraje de ficción una comedia que demuestra que nunca es tarde para cumplir los sueños, sean cuales sean. Inspirada por los casos reales de mujeres alrededor de los 70 años que creaban sus propios grupos de cheerleaders (según ellas, para animarse a sí mismas), propone una conmovedora película repleta de buenos sentimientos cuyo humor surge de las historias personales, las relaciones y las coreografías de sus carismáticas protagonistas. A partir de ellas, la cinta elabora un tierno relato sobre el poder de la amistad y las ganas de vivir sin importar la edad y a pesar de la enfermedad. Grandes damas del cine como Diane Keaton (Book Club), Jacki Weaver (Viudas), Rhea Pearlman (Las sesiones) o Pam Grier (El hombre de los puños de hierro) lo dan todo al interpretar los números de baile sin dobles y destilan espíritu de equipo y camaradería junto a la joven Alisha Boe (Por trece razones), que representa el componente intergeneracional.