La segunda obsesión del cine americano a parte de los asesinos en serie es disfrazarse de mujer. Nadie es perfecto, pero el que no lo es en el campo de la comedia y el desmadre es Dennis Duigan. Adam Sandler se empareja a si mismo variando de sexo, sin el sentimiento y la delicadeza de la Sra. Doubfire por ejemplo.Con Eugenio Derbez, katie Holmes y Santago Segura riéndole las gracias, a menudo de mal gusto, el actor abomina de su profesión con total libertad. Ni el cameo autoparodiandose de Al Pacino, salva la función.
domingo, 22 de enero de 2012
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