Cine nórdico, noruego, deudor siempre de Bergman, en el que el sexo y la religión conforman todas las contradicciones humanas. Para sostener este eje, la opera prima de Anne Sewitsky se apoya en la ironía y el humor frío y como nexo, para amalgamar el ritmo narrativo, usa un coro tipo poderosa afrodita. Como la buena mahonesa, el film acaba demostrando el ingenio y las interpretaciones, que en crudo no tenia. Agnes Kittelsen embelesa al espectador en la pantalla como ya hizo en Millenium 3 en su papel de esposa de marido impotente global, mujer optimista y amante de un hijo estupefacto ante tanta felicidad. Su mundo helado y nevado se completara con unos vecinos que buscan la soledad navideña para solventar su enquistada crisis matrimonial. Joachim Rafelsen, Maibrit Saerens y Henrik Rafelsen que se insertan en esta oda al matrimonio, repleta de engaños, huecos y sorpresas, tambien merecían el Sundance 2010 y la Giraldilla del Festival de Sevilla.
lunes, 9 de julio de 2012
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