La mujer del chatarrero

La coproducción de Bosnia, Herzegovina y Eslovenia, le da al film un carácter duro, crudo y rudo que acentuaa  aun mas una cámara en mano, única manera de acercarnos nuestros protagonistas. Como que ha Danis Tanovic (Oscar con En tierra de nadie) se le cuelan instrumentos del rodaje en pantalla, a parte de redundar en la autenticidad de las escenas, te desconecta un poco del drama emocional que esta contando. A pesar de ser repetitivo su film carece de vida y la energía suficiente a pesar de utilizar en los diálogos frases mas que hechas buscando que el espectador perdone las deficiencias narrativas. Un itinerario solidario entre los que comparten lo poco que tienen en el infierno de la tierra. En 9 días Tanovic siguió con la cámara a una familia desesperada como en un documental con unos actores noveles totalmente. Discriminación racial en un parto gitano en que murió el feto, que los médicos del hospital de Tuzla se negaban a atender/extraer si no pagaban 500 euros, cantidad que naturalmente no tenían. La pareja se presto a filmar para  poner de manifiesto la precariedad del sistema sanitario bosnio así como el maltrato hacia etnias especialmente en esta la romani, después de la guerra de los Balcanes. Con dos hijas pequeñas y en una remota aldea, las desigualdades con las clases mas desfavorecidas, se acrecentan. Lo transmiten con inocencia Nazif, premio al mejor actor y premio del jurado en Berlin 2013, y Sandra Mujic y Senada Alimanovic.