Según François Ozon, la propiedad del cuerpo es la únicas razon que pueden inclinar a una adolescente a la prostitucion. Sin indicaciones morales, observa lucidamente con su cámara hasta hacernos aceptar lo que pasa en la pantalla. Oculta el drama detrás el maquillaje y sin segundas lecturas, pule un film aspero hasta dejarlo suave, tierno y engañoso. Sin ninguna necesidad aparente, la adolescente se inicia en la profesión a través de internent, preferentemente con hombres maduros, mas solventes y en hoteles. Una burbuja, su estallido, destapa la ocupación de la joven y entonces empieza otra película donde se abandona el sexo frió y comienzan las relaciones familiares, personalidades, policiales y sociales. En cualquiera de las situaciones, la actriz Marina Vacth, sigue impávida, hermética y asentimental. El único dogma interesante que propone Ozon en su film, (La piscina, Action verite, Bajo la arena, Mi refugio) estrenado el día de la mujer, es la propiedad exclusiva del propio cuerpo que es el que padece o disfruta las decisiones de su dueña. Sin buscarle referencias mas surrealistas, ni otros clásicos, el film esta repartido en estaciones anuales para seguir el ciclo vital de la protagonista con sus cambios. Cerrando con melancolía la primera parte donde pierde (entrega) la virginidad. Ayudan magníficamente a descubrir este mundo complicado de la felicidad juvenil, la madre, el padrastro y el hermano: Geraldine Pailhas, Frederic Pierrot, Nathalie Richard y un cameo final de Charlotte Rampling
lunes, 10 de marzo de 2014
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