Belleza visual, bestialidad en los efectos especiales como la secuencia del lago en este film de Christopher Gans, (El pacto de los lobos, Crying Freeman, Necronomicon), prodigio de imaginacion (revista Starfix) quien a pesar de todo no acerca la perturbacion de la historia a la frialdad de la técnica. Introduce respecto al original nuevos personajes como unas figurillas perrunas horribles y unos gigantes de cartón piedra que completan la fantasía. Ni la fuerza interpretativa del cine francés en esta ocasión con Lea Sydoux,Vincent Cassel y Eduardo Noriega o el eterno Andre Dussolier puede impregnar de romanticismo el ordenador digital.Con la misión imposible de superar a los clásicos del tema (Cocteau 52, Disney 92), cae en alguna ocasión en el gótico, por el desmesurado esfuerzo interpretativo, que convierte en bestias a persnajes que, confundidos, creen que a mas pasión mas belleza. Creen que la furia del buen corazón se relaja en la belleza fría de una mujer. La vida por una flor. .
lunes, 17 de marzo de 2014
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