Don McKellar no consigue provocar las risas que pretende con su galería de personajes, habitantes de un pueblo pescador en Canadá, que han decidido tomar medidas para mejorar su vida. Quieren poner una fabrica, ya no hay peces y necesitan un doctor. Podría haber conseguido nuestro interés este endeble guion, con algún elemento dramático y no caer en los brazos de la tierna abuela. Esto mas la belleza de los paisajes la hace visible. La propuesta es volver a la vida anterior, sin multiculturalidad, menos urbanizados, sin tanta tecnología y donde el ecologismo se lo montaba solo. Demasiado conservadurismo provinciano que no se satiriza con eficiencia. Brendan Jackson, Taylor Kirch, Diane Balaban y Gordon Pinsent, son algunos de los que buscan trabajo.
martes, 23 de septiembre de 2014
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