Daniel Burman (El abrazo partido) demuestra en su film que el cine argentino, su humor, no es universal. Hasta puede parecer reticente y pesado. Eso es una cosa y la otra tener puntualmente escenas graciosas. Ha olvidado por otra parte sus premisas creativas y arriesgadas. Diseña una narración en cierto modo dramática solo para arrancar la sonrisa del espectador. Para que pueda pensar durante 95 minutos que pueden lograr su sueño. Dos amigos,socios, colegas que repiten incluso sus mismos movimientos y actitudes componen el guión cuando uno de ellos desaparece y su mujer ocupa su lugar con los mismo tics y rituales. Costumbrismo social de clase media alta dibujado con tinta gruesa. Contribuyen a esta indigesta verborrea boluda, Guillermo Francela, InesEstevez, Fabian Arenillas y Alejandro Awada.
lunes, 1 de septiembre de 2014
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