Un cantante danés afincado en los Ángeles, de voz dura y música complicada, a media salida del consumo de drogas y la grabacion de un disco, tiene que cuidar a su nieto de 11 años que apenas le conoce por la television, inmerso en un proceso de reintegracion familiar en el que su hija se interna para una cura de desintoxicación. Este es el argumento que Pernille Fischer Christensen desarrolla en este folletín lacrimógeno que trata de los grandes muros de la incomunicación en los diferentes círculos de la sociedad. Salva la función el comprometido actor Mikael Persbrandt, una celebridad en su país Dinamarca y que ha trabajado con los grandes. En su octavo film Fischer, pretende demostrar que la falta de contacto personal aumenta a pesar de las redes tecnologicas. Trine Dyrholm, Birgitte Hjort y Soffus Ronnov interpretan esta cerrazón en uno mismo en un cinema europeo ajeno a los tópicos convencionales desmarcándose a pesar de todo de la producciones anglosajonas mas comerciales.
sábado, 25 de octubre de 2014
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