Carlos Vermut dirige el film a ritmo pausado de aperitivo.Va sacando piezas del puzzle que ha compuesto para integrarnos. No hay un solo personaje al que agarrarse. Todo el mundo esta en su derecho, avalado por cosas horribles que le han sucedido, para realizar otras de peores. Y como toda la dinámica es irracional y fuera de toda lógica y no podemos predecir el limite, nos obliga a estar muy atento a lo que ocurre en pantalla. Rico en detalles, el film cuenta con unos actores magníficos que perturban por su intensidad psicológica y que son Luis Bermejo, Lucia Pollan, José Sacristan, Miquel Insua y Barbara Lennie, madurados en la anterior film de Vermut, Diamond Flash. Puzzle misterioso que nos invita a descubrir como acaba. De los tres protagonistas, quizá el mas interesante es el de la mujer fatal,depresiva y atiborrada de pastillas que encajaría en cualquiera de las otras historias habilmente relacionadas. Por ejemplo dos de ellas se relacionan con un vomito. Ganadora del ultimo San Sebastian, este film negro relleno de chantajes, masoquismos y asesinatos todos en la franja del Absurdo conmovedor. Quien quiera puede buscar paralelismos con este país negro, avaro, malo y desesperado que parece querer terminar en un callejón oscuro bañado en sangre de la crisis. Tres actos para mostrar tres protagonistas castigados por el mundo y perdidos en el. Un profesor en paro, con una hija con leucemia y adicta a los juegos. El segundo es un maestro quien por otro misterio ha pasado mucho tiempo en prisión. Un cine que consigue que por 127 minutos sea lo único que vaya bien.
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