Fria, distante, seria la palabra del film de Oriol Paulo, consciente de las grietas de su guion, de aqui llora la pelicúla, que salvan su buen hacer tecnico en la escenas recubiertas de drama por los correctos actores. Una tormenta ha producido una interferencia entre dos tiempos y a traves del video y la television, el de una madre felizmente casada, y el del niño que vivió (y murió) en su casa 25 años atrás. En un acto de buena voluntad consigue salvar al muchacho del accidente que le llevó a la tumba, pero provocará una reacción en cadena que creará un nuevo presente para ella en el que su hija no ha nacido y su vida es completamente distinta. Estamos ante un regreso al futuro. Si quiere recuperarla, tendrá que descubrir el suceso que lo cambió todo antes de 72 horas. En su película más personal y ambiciosa hasta la fecha, el director y guionista Oriol Paulo (Contratiempo) da un paso adelante a las paradojas temporales, un concepto ampliamente abordado por el cine de ciencia ficción, y lo convierte en motor de una historia que combina el thriller y el drama para hablar sobre decisiones y acontecimientos aleatorios que, a través de la idea de destino, determinan quiénes somos, hemos sido o podríamos llegar a ser. Sigue la historia una mujer con una hija y un matrimonio feliz que, aprovechando una brecha entre dos tiempos, tendra la oportunidad de hacer una buena acción y salvar a un niño que murió 25 años atrás, lo que tendrá consecuencias imprevisibles hasta el punto de alterar drásticamente todo su presente. En una carrera a contrarreloj, tendrá que averiguar qué provocó el cambio, mientras descubre poco a poco que la vida idílica que tenía no era más que un espejismo. Adriana Ugarte (Julieta) protagoniza este puzle de emociones y misterios estructurado en dos épocas distintas donde también participan Chino Darín (La noche de 12 años), Javier Gutiérrez (Campeones) y Álvaro Morte.
miércoles, 5 de diciembre de 2018
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