lunes, 28 de enero de 2019

La casa de Jack

EE.UU., años 70. Jack es un asesino en serie que considera que sus terribles y macabros actos son obras de arte. Este psicópata compartirá sus pensamientos y problemas de adaptación con el mundo que le rodea mientras habla con Verge, un misterioso desconocido, entre angel y demonio. En estas conversaciones, repasará los cinco incidentes que han marcado su trayectoria homicida a lo largo de 12 años. Con la policía a punto de desenmascararlo, Jack decidirá arriesgarse para intentar ejecutar el crimen perfecto. Siempre polémico e incapaz de dejar indiferente a nadie, Lars von Trier vuelve, cinco años después de su díptico Nymphomaniac. Según el propio cineasta, tras años de películas protagonizadas por mujeres buenas, en esta ocasión se adentra en la psique perturbada de un hombre malvado, un asesino en serie que tiene precisamente en el género femenino su víctima predilecta. En un diálogo constante entre este psicópata y un misterioso contertulio, el film se estructura alrededor de cinco crímenes que marcaron la torturada personalidad del protagonista, mostrados a través de sus propios ojos y una percepción distorsionada de la realidad que le hace ver sus macabros actos como obras de arte. Considerada por von Trier su película más moral, hay que tener coraje, este provocador viaje a los infiernos, donde el sadismo y la absurdidad se encuentran, cuenta con Matt Dillon (Un golpe con estilo) ,son ganas de interpretar y Bruno Ganz (En tiempos de luz menguante), Uma Thurman (Blackwood) y Riley Keough (Lo que esconde Silver Lake) interpretan a algunas de las 60 víctimas de este monstruo asqueroso, rey el congelador. 155 minutos de asco, de provocacion al sentido comun, en los que el espectador, pierde la esperanza de que en el proximo "incidente" los llaman, no mate cruelmente a su victima. Miserables.

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