Alegato, flojo al final por querer explicar el fundamentalismo en Marruecos con una pelicula centrada en la opresion hacia un maestro que se e obligado a irse en la Casablancas de 2015. Sigue despues el director marroqui Nabil Ayouch a algunos alumnos que toman otros derroteros tras el abandono tutorial. Demasiado mensaje dilapidado por los arenales deserticos. Un grito contra la represion educativa, el racismo la mujer, la intolerancia y el sexo.
Denuncia con calado pero insuficiente contra el gran elefante. El film en sus creditos abre con la frase Feliz aquel que puede actuar segun su deseo". Los destinos de cuatro personas circulan en paralelo justo 30 años después de que un profesor en las montañas del Atlas tuviera que renunciar a su idioma y a enseñar algunas asignaturas. Un joven homosexual que sueña con el respeto de su padre y con ser estrella de rock; una mujer casada que, bajo una fachada de modernidad, tiene un marido que la quiere sumisa; el dueño de un restaurante judío víctima del antisemitismo y una joven en pleno despertar sexual comparten un anhelo común de libertad. Decidido a contar esas revoluciones individuales que, posteriormente, dieron lugar a la Primavera Árabe y que nacieron fruto del descontento de una inmensa parte de la población, harta del recorte de libertades y la imposición de un pensamiento único, Nabil Ayouch (Los caballos de Dios) reflexiona sobre cómo ha cambiado en 30 años la sociedad de su Marruecos natal, que ha pasado de vivir en armonía a convertirse en un país donde aquello que se sale de la norma es condenado, odiado y, en algunos casos, incluso objeto de violencia. De este modo, Ayouch hace un homenaje a aquellas personas que conforman una minoría silenciosa que, a pesar de no ser escuchada, merece reivindicar su derecho a existir. Todas ellas son representadas a través de cuatro historias entrecruzadas que se encuentran en una Casablanca contemporánea, bulliciosa, atractiva e implacable, así como la de un maestro que, 30 años atrás, sufre la opresión en las colinas del Atlas. Las debutantes Maryam Touzani y Dounia Binebine, Arieh Worthalter (Marie Curie) y Abdelilah Rachid (Los caballos de Dios), Amine Ennaji,y Abdelah Didan protagonizan este canto contra la intolerancia.
Denuncia con calado pero insuficiente contra el gran elefante. El film en sus creditos abre con la frase Feliz aquel que puede actuar segun su deseo". Los destinos de cuatro personas circulan en paralelo justo 30 años después de que un profesor en las montañas del Atlas tuviera que renunciar a su idioma y a enseñar algunas asignaturas. Un joven homosexual que sueña con el respeto de su padre y con ser estrella de rock; una mujer casada que, bajo una fachada de modernidad, tiene un marido que la quiere sumisa; el dueño de un restaurante judío víctima del antisemitismo y una joven en pleno despertar sexual comparten un anhelo común de libertad. Decidido a contar esas revoluciones individuales que, posteriormente, dieron lugar a la Primavera Árabe y que nacieron fruto del descontento de una inmensa parte de la población, harta del recorte de libertades y la imposición de un pensamiento único, Nabil Ayouch (Los caballos de Dios) reflexiona sobre cómo ha cambiado en 30 años la sociedad de su Marruecos natal, que ha pasado de vivir en armonía a convertirse en un país donde aquello que se sale de la norma es condenado, odiado y, en algunos casos, incluso objeto de violencia. De este modo, Ayouch hace un homenaje a aquellas personas que conforman una minoría silenciosa que, a pesar de no ser escuchada, merece reivindicar su derecho a existir. Todas ellas son representadas a través de cuatro historias entrecruzadas que se encuentran en una Casablanca contemporánea, bulliciosa, atractiva e implacable, así como la de un maestro que, 30 años atrás, sufre la opresión en las colinas del Atlas. Las debutantes Maryam Touzani y Dounia Binebine, Arieh Worthalter (Marie Curie) y Abdelilah Rachid (Los caballos de Dios), Amine Ennaji,y Abdelah Didan protagonizan este canto contra la intolerancia.
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