Midsommar

Entre las peliculas que tienen media docena  de subgeneros,  estaria esta de Ari Aster. Y su estilo y manera de hacer miedo  rodando , la colocar entre las llamadas de Atmosfera a bases de  dialogos sugeridos, , siluetas aun desconocidas, casa oscura camara deslizandose lentamente. Una sociedad sueca que celebran de 90 años la festa de verano que da el titulo a la pelicula de males en una sociedad hyppim que esta tenta atodo. Una pareja de jóvenes norteamericanos no atraviesa por su mejor momento. Para superar ese momento crítico viajan con unos amigos hasta una remota aldea sueca, pero lo que iban a ser unas idílicas vacaciones en un lugar donde no se pone el Sol, se convierte en una oscura pesadilla cuando los habitantes de esa región los invitan a participar en sus perturbadoras actividades festivas. Protagonizada por Florence Pough (la inolvidable Katherine de la reciente Lady Macbeth, inmersa ahora en el rodaje de Viuda Negra), y por Jack Reynor (Detroit, Sing Street), a quienes acompañan un reparto formado por Will Poulter, William Jackson Harper o Ellora Torchia, entre otros, Midsommar es el segundo largometraje del director y guionista Ari Aster, después de que el año pasado sorprendiera con la elegante y terrorífica Hereditary (2018). Tomando como base la festividad de Midsommar , que se celebra cada año en Suecia para celebrar la llegada del verano -, la película de Aster bucea una vez más en el lado más perverso de la naturaleza humana, con la superstición y la religión otra vez en primer término, y con la dificultad añadida de desplegar toda esta oscuridad a plena luz del día (en la onda de películas pioneras como ¿Quién puede matar a un niño? y Holocausto caníbal, aunque como referentes también se citan El hombre de mimbre o El bosque). Rodada en localizaciones de EE. UU. y Hungría entre agosto y octubre del 2018, Midsommar puede consolidar a Aster dentro de esa cantera de jóvenes directores norteamericanos, como Jordan Peele, Robert Eggers o Trey Edward Shults, que están renovando el cine de terror independiente. Parecer que Suecia ya es una pelicula de culto, cultural, no religioso de muerto