En los últimos años Agnès Varda había recibido algunos de los mejores premios, muchos de ellos honoríficos (como el Oscar o el Premio Donostia), algo que se puede interpretar como el reconocimiento oficial a una carrera que ya se daba por terminada. Sin embargo, la directora francesa aún tenía algo que decir y un mes y medio antes de su muerte, presentó su último y definitivo trabajo en la Berlinale, fuera de concurso. Por las circunstancias, el documental Varda por Agnès se ha convertido en un film de despedida, perfecto colofón a una carrera de más de 60 años y que se presenta como una clase magistral de 2 horas sobre cine, sobre su inspiración y sobre su trabajo. El documental se ha construido con fragmentos de conferencias de la propia directora, retazos de algunas de sus películas, una conversación con la actriz Sandrine Bonnaire (Sin techo ni ley), imágenes de archivo, pero también con nuevo material creado expresamente para este proyecto. También hay algunas referencias a su vida personal, como su relación con el cineasta de la Nouvelle vague Jacques Demy, aunque esta faceta de su vida ya se había plasmado más profusamente en Las playas de Agnès (2008), un documental autobiográfico muy personal. Hara un par de años,en un festival pequeño en un bello pueblo pirenaico, tuvo la gentileza de assistir.El plato fuerte, era la entrevista que se le hacia en el escenario del local del pueblo. Una hora de conversacion encantadora si traductor y en un momento el periodista se quejo de los festivales eran un rollo Ella rapida contesto: No le doy la razon. Yo en Cannes conoci a mi marido, (Jacques Demy) y el me enseño todo en cine y en la vida y he sido muy feliz. Asi era Agnes Varda.
jueves, 11 de julio de 2019
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