domingo, 13 de junio de 2010

El retrato de Dorian Grey

Sumergido Oliver Parker, en La importancia de llamarse Franc y Othelo, se acerca ahora al Dorian Grey de Lewin del 45 sin conseguirlo. El eterno adaptador de Wilde, todavía no ha aprendido a captar sus aristas y recovecos, ni ha profundizar en sus rugosidades dialécticas sobre todo cuando la voluptuosidad del texto no permite explorar la trama para el cine.
Colin Farrel, capaz de todo por mantenerse joven y bello frente al espejo, se arriesgara frente a Ben Barnes, Rebecca Hall, Ben Chaplin y Rachel Hurd-Wood para conseguirlo. Parker lo volverá a intentar.

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