lunes, 10 de junio de 2013

el impostor

La desaparición de Nicholas Barclay, de 13 años, en Texas fue bastante impactante, pero más asombroso aún fue descubrir su aparición varios años después en España. Lo curioso es que el muchacho no se parecía en nada al desaparecido. Mientras que el texano es rubio con los ojos azules, el chico encontrado es moreno con los ojos negros y con acento francés. Sin embargo, a pesar de las evidencias, sus padres lo recibieron como si fuera su propio hijo ante la incredulidad de las autoridades.
"El impostor (2012)" es una mezcla entre documental y largometraje que, curiosamente, está basado en un hecho real, aunque la historia parezca producto de las alucinaciones de cualquier guionista aficionado al movimiento surrealista. Tres años después de la desaparición del joven Nicholas Barclay, noticia que supuso una auténtica conmoción en la población texana, los norteamericanos despertaron con la noticia de que un joven aparecido en Francia, con signos de haber sido torturado durante su retención, podría ser el chico desaparecido. La desesperación de la familia por ocupar el vacío de Nicholas, aún a sabiendas de que el muchacho encontrado no coincidía físicamente, ni por asomo, con la descripción de su propio hijo, provocó que acogieran a un chico francés, Frédéric Bourdin, como si fuera éste ante la incredulidad de la opinión pública. El muchacho, que tenía la edad de veinte años en vez de los dieciséis que debería de tener Nicholas, se metióen el papel a conciencia hasta que las evidencias encontradas por los investigadores del caso destaparon la farsa. El director Bart Layton (16 for a Day, Becoming Alexander) ha conseguido llamar la atención de forma positiva de certámenes del calado de Miami, Sundance o San Sebastián con esta original cinta, narrada en primera persona por el propio Bourdin y que contiene imágenes de archivo además de entrevistas con los protagonistas.
En "El impostor (2012)", intervienen tanto los protagonistas reales de la historia como actores profesionales como Adam O'Brian, que encarna a Frédéric Bourdin o Anna Ruben (The Fallow Field, Wrong Number), como Carey Gibson. Esta cinta cuasi documental nos demuestra la certeza de que cualquier mentira, por increíble que sea, puede ser tomada como una verdad, incuestionable al principio pero que caerá por su propio peso con el paso del tiempo.

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