Lo mejor que le puede pasar a un film de exorcismos es que haga reír. Esto es lo que consigue con su planteamiento de que sea posible de que el diablo se instale en el cuerpo de un pollo, Y lo todavía mejor es que esto pasa por casualidad sin que la intención estuviera en el guión. Seguro que es un merito de Ed Gass-Donnelly que antes había vendido su alma a Ashley Bell, Spencer Treat Clarke, Julia Sarner o Dave Jensen. De la primera parte han conservado los recortes de montaje, los sustos olvidados, la atmósfera agobiante y el negro humor. Y divertido también es titulen la secuela como ultima, cuando la inician con el único que ser que no murió en la primera parte. En su retorno deberá enfrentarse sola, al mal.
domingo, 10 de noviembre de 2013
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