Es el. Con ya 52 películas este hombre holograma en nuestras vidas vuelve a perturbarnos en otro completo film. Otro grande, Joaquin Phoenix, se deconstruye como a Harry en el personaje que hubiera interpretado Woody Allen. No le sustituye, le interpreta, se convierte en el, dando grandes momentos en el film, cosa que no consigue Emma Stone en su papel de sosa alumna enamorada. Citada demasiadas veces junto con Match point, cuestiona el sistema en las clases del campus universitario cruzando otra vez con habilidad thriller y comedia romántica. Entre delitos y faltas y maridos y mujeres lleva al limite su cine existencialista, llamando otra vez al a puerta de los clásicos. Para un profesor de filosofía defensor de que el asesinato puede ser una técnica depurada como un acto de conciencia extrema y la materia una masturbación verbal, inicia un viaje hacia la muerte que se mostrara reversible. El resumen es mas burdo. Un asesinato merecido favorece a un buen grupo de personas adyacentes.. Octogenario el 1 de diciembre, Allen nos hace reír de nuevo, dialoga con extrema facilidad y se agarra con una sola mano a la cuerda de sus inquietudes funambulistas. La música de jazz de Ramsey Lewis hace bailar los diálogos tensos y rápidos, elásticos y gominola de Parker Posey, Jamie Blackey y Ethan Phillips. Congratulemonos por un director que nunca ha tomado el dinero para correr y que tampoco a corrido por el dinero O en Vicky, Barcelona....si?
lunes, 28 de septiembre de 2015
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