miércoles, 9 de noviembre de 2016

Gracias Jefe!

François Ruffin tiene el acierto de de acercarse a la problematica laboral siempre compleja y dura como la realidad, pero lo hace con ternura y un sutil humor típico francés. Con estilo claramente francés, no tiene nada que ver con otros productos críticos cargados de sensacionalismo, sin salir se ápice del plano estricamente documental. Sin intelectualidad, no aparecen practicamente ni abogados ni economistas, se tratan muchos temas en profundidad inteligible. El botón de muestra objeto de las iras del filme es , lider de la multinacional LVMH el magnate Bernard Arnault y tercera fortuna del mundo. que traslado las fabricas de norte de Francia a Polonia, sembrando la precariedad en la zona, desencadenando el empobrecimiento de las clases humildes. François Ruffin es un periodista francés, fundador del periódico Fakir, que es conocido en Francia como el Robin Hood del S.XXI. Su próximo objetivo es desvelar las injusticias cometidas por Bernard Asnault, el hombre más rico de su país, propietario de marcas como Dior o Givenchy. Para ello, intentará que Jocelyne y Serge Klur, dos empleados despedidos por su compañía y ahora acudiados por las deudas, recuperen su trabajo. Y es que, ¿quién no ha soñado alguna vez con vengarse de su jefe? ¡Gracias jefe! Es la ópera prima del periodistaFrançois Ruffin, y con ella decide contar de manera pública la situación de la familia Klur. Este matrimonio sirve a Ruffin para dar visibilidad a un problema real que afecta a muchas familias francesas y que es un tema, para él, ya conocido, puesto que lleva 16 años cubriendo como periodista cierres de fábricas. Será precisamente esto, el traslado de una factoría de la empresa LVMH a Polonia, lo que dejará en la calle al matrimonio Klur. Con un fino sentido del humor, Ruffin intentará con este documental denunciar esta realidad y, a la vez, mejorar la situación de esta familia.

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