Hay directores, los Trueba lo son, que protegen tanto sus films para que no los copien o maltraten, o es que se les acaba el presupuesto de publicidad, pero cuesta hacer llegar una miserable copia del film para visionarlo, no para hacer un mal uso de el a una miserable comentarista, critico o lo que sea. A pesar de ello Fernando que no pudo de verdad presentarme el libro en los 90 por culpa del Oscar, que y vaticine hasta tres veces como el gallo en la madrugada, esta teniendo su Belle epoque en familia. Corren los años 50 y la actriz española Macarena García decide regresar a su tierra natal después de haberse convertido en una gran estrella de Hollywood. Vuelve para rodar una película en la que encarnará a Isabel la Católica. En Madrid se reencontrará con viejos amigos de La niña de tus ojos, que grabaron 18 años atrás. Después de tanto tiempo, tendrán que llevar a cabo una nueva y disparatada aventura: rescatar a Blas Fontiveros, director de aquella película a quien todos daban por muerto. Con el guión y la dirección de Fernando Trueba (El artista y la modelo) que vuelve a reunir un reparto formado por caras tan conocidas como la oscarizada Penélope Cruz (Zoolander 2), Antonio Resines (Celda 211), Santiago Segura (Torrente 5: Operación Eurovegas), Loles León (La final), Jorge Sanz (El pregón), Jesús Bonilla (La daga de Rasputín), Rosa María Sardá (Ocho apellidos catalanes) o Neus Asensi (Los del túnel) en la secuela de uno de sus grandes éxitos, La niña de tus ojos. En esta ocasión, vuelve con una disparatada comedia que toma como contexto el período de apertura del franquismo en los años 50, que trajo consigo la llegada a España de multitud de rodajes de superproducciones hollywoodienses.. Y entonces le ocurre esto que los periodistas nos sacamos los ojos y punta a los enseres de explicar, alabar o no su obra, con tanta cicataceria que al final hay que escribir como una oración o poema. los interminables nombres de los actores ya alguna de sus interpretaciones para poder rellenar, cambio de su mutismo selectivo, otras 20 miserables lineas. Y la reina, ah! si, era de España. Pero de cuala, la suya, la mia, la nuestra, la poesía como decia Celaya, es para el pueblo, como el cine, acordaos Truebas.
lunes, 28 de noviembre de 2016
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