Algunas películas tendrán aspiraciones elevadas, mientras que unas cuantas simplemente buscan que pasemos un rato entretenido y nada más. Por lo tanto, las exigencias han de adaptarse a cada título concreto, aunque eso tampoco debe ser una carta blanca para aceptar cualquier cosa. Tampoco hay que olvidar que la subjetividad siempre entra en escena a la hora de valorar una cinta, pero con el entretenimiento es bien sencillo: Si consigue que te lo pases bien, habrá merecido la pena, pero la cosa cambia si lo que te provoca es pasar un rato aburrido en tu butaca. Este film es exactamente lo que me dio , un pulule de fantasmas sosos.
Mucha acción, la historia justa y Vin Diesel intentando hacernos creer que lo más que la vida es estar rodeado de bellas mujeres. Ahí no engaña a nadie, en esta tercera entrega utiliza de forma muy deficiente sus argumentos, algo que empieza a quedar claro en su prólogo, donde cuenta con cierto cameo que el espectador español reconocerá al instante. El primer objetivo de la película es volver a introducir a Xander Cage para aquellos espectadores que no recuerden o incluso no hayan visto la cinta de 2002. Ahí se opta por una combinación de espectáculo mal coreografiado -aunque magnifico en comparación con lo que vendrá después-, mostrándolo además como alguien bondadoso e intentando tanto justificar tanto la fascinación que ejerce en el resto de personajes -acaba cansando tanta alusión a lo mítico que es que se preocupe por sus aventuras. Ofreciéndonos un pequeño momento de lucidez en el que realmente se muestran las habilidades del protagonista y la película realmente llega a ser lo que aspira a conseguir, ya que incluso la puesta en escena de D.J. Caruso, discreta en líneas generales, acompaña. Son apenas unos segundos, no tardando en volver a apostar por un caótico frenesí que cuando mejor funciona es justo cuando pisa un poco el freno.
Sus responsables no dudaron en alterar todo lo que creyeron conveniente el libreto de F. Scott Frazier hasta acabar condenando la nueva misión de Xander Cage, que bebe de forma descarada de la saga Bond pero con un enfoque, condenado a la irrelevancia. Los principales motivos son que la amenaza a la que han de hacer frente nunca transmite una verdadera sensación de peligro y va cambiando de manos con tanta facilidad que uno simplemente acaba mareado por muy simple que sea todo en realidad .Alrededor de esto tenemos dos opciones: Cage dejando embobadas a mujeres a las que Diesel fácilmente duplica la edad o él liando a su equipo. En lo primero al menos consiguen algún apunte simpático cuando está en pantalla Nina Dobrev, pero en lo segundo el montaje de carga cualquier posibilidad de vibrar con lo que sucede en pantalla catalogo que representa lo peor de los cambios de plano rápidos que acaban confundiendo más que cualquier otra cosa.
De esta forma se anula todo el lucimiento de Diesel, pero también se consigue que dos expertos como Donnie Yen o Tony Jaa rayen muy por debajo de su nivel Al menos hay que concederle que deja espacio para que Ruby Rose y Deepika Padukonedemuestren sus posibilidades como heroínas de acción. A la primera ya estoy deseando volver a verla tiroteando a diestro y siniestro en ‘John Wick. Pacto de sangre’ (‘John Wick: Chapter 2’). Lo que queda es el aburrimiento de ver algo en lo que la historia te da igual, y donde cometen todos los errores posibles para no crear emoción a través de la acción -y pero piensan que su publico solo quiere ruido, mucho ruido sin parar como Sabina y para ello nos colocan un epílogo para amenazarnos con más entregas.
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